domingo, 8 de noviembre de 2009

Cuento 1 - LAS PREPOSICIONES

Juan y Laura llevan ocho años juntos. El es redactor de un periódico y ella maquilladora. En el fondo, Juan es un escritor frustrado y Laura esconde bajo su paleta de colores, lo que pudo ser y nunca se atrevió a ser. Son dos anhelos perdidos en la selvática vida. Dos pros para un mismo contra.

Desde hace un año conviven juntos, pero desde hace varios se alejan a cada segundo que pasa. La decisión quizás pretendía otros mundos, pero al final, volvieron al punto de partida. Por ejemplo, cuando comparten una misma habitación se puede divisar la frontera imaginaria que hay entre los dos. Países que ya no despiertan la curiosidad del otro. Un gobierno corrompido ante la agonía. Pero eso sólo lo vemos los turistas. Los dos habitantes de la villa nada más observan su soledad en el horizonte. Y la costumbre, pesada como una losa. Y la pereza de volver a empezar tras la catarsis.

Hace muchos días que dejaron de respetarse. Hace semanas que sacan lo peor de cada uno. Hace meses que viven para la provocación, por la sospecha y según la suspicacia. Hace tan sólo un instante, Juan ha cambiado de canal para no escuchar a Laura. Y o ella es muy lista o se hace la tonta.

… A, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre, mediante, para, por, según, sin, sobre, tras

Laura acaba de llegar de viaje. Juan está en el sofá bebiendo un whisky. Sólo. Con hielo. Ella deja sus maletas durante siete segundos. El tiempo suficiente para darle un beso y continuar arrastrando el equipaje vía a la habitación.

Juan cierra los ojos. Sabe que esta es la tregua momentánea mientras deshace los bultos. Después todo volverá a su ser. Ella comenzará a hablar y él deseará que se vuelva a ir de viaje.

Y antes de que lo piense, Laura comienza a parlamentar. Sin sentido, volcando una verborrea que Juan ya no quiere aguantar. Que no soporta, y que no sabe cómo encarar.

Así se suceden los días. Uno por otro, la casa sin barrer.

Apenas han pasado la treintena y parece que tienen recuerdos de la guerra civil. Sus discusiones ya no persiguen un claro fin, porque el fin es la meta y siempre se quedan rozando la cinta, sin romperla. Como pensando No sea que gane y la líe ...

Esta noche parece una de tantas en los últimos meses. Pero esta noche todo avanza irremediablemente hacia su destino.

Pocos minutos después, mediante un inocente comentario, él descubrirá que su mujer le es infiel, que sólo le interesa cumplir la cláusula número 7 del contrato prematrimonial y hasta cabe pensar que la muy so ... quiera quedarse con todo. Pero para eso tendrá que pasar sobre su cadáver.

Ya saben, un mundo de preposiciones que cierra un ciclo. Yo que soy un interrogante perpetuo, hasta aquí puedo contar porque la única ley ortográfica que recuerdo es ... que al final de un renglón las dos vocales fuertes deben quedar siempre juntas.

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