domingo, 15 de noviembre de 2009

Pinzamiento 2 - INSHALÁ ...



Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones.
Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.

OJALÁ ...

Que los niños enseñaran en el colegio

Y los adultos nos aprendiéramos la lección

Que reinaran los abandonados en orfanatos

Y nos diera un golpe de estado la ilusión.

Que no tuviéramos los días contados

Y que pudiéramos pasear nuestros muertos al sol

Que el del ático quisiera plantar un árbol

Y el del bajo subir en ascensor.

Que el miedo fuera una exclusiva del éxito

Y no existiera la expresión morir de dolor

Que a la pena se le cayera la costra

Y la moral se pillara un buen colocón.

Que el dinero viviera en chabola

Que la luna saliera de cañas con el sol

Que la felicidad no se vendiera en rebajas

Y la carrera la ganara siempre el caracol.

Que el engaño cotizara a la baja

Y a la alta sólo el error

Que los humanos volaran

Y no doliera el amor.

Que en la Iglesia mandaran los pecados

Que la maldad no tuviera amigos

Que las musas te visiten

Que la vida sea justa contigo.

Que nuestro funeral sea la fiesta del año

Que los ineptos pasen desapercibidos

Que nadie juzgue al extraño

Y que ninguno se marche sin haber sentido.

Que te hayas reconciliado contigo

Sin tener claro quien ha vencido

que nadie nos interrumpa

cuando hablamos con el olvido.

Que las guerras sean de almohadas

Que las balas disparen risas

Que el descaro gane a la diplomacia

Y que nos desherede la prisa.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Cuento 1 - LAS PREPOSICIONES

Juan y Laura llevan ocho años juntos. El es redactor de un periódico y ella maquilladora. En el fondo, Juan es un escritor frustrado y Laura esconde bajo su paleta de colores, lo que pudo ser y nunca se atrevió a ser. Son dos anhelos perdidos en la selvática vida. Dos pros para un mismo contra.

Desde hace un año conviven juntos, pero desde hace varios se alejan a cada segundo que pasa. La decisión quizás pretendía otros mundos, pero al final, volvieron al punto de partida. Por ejemplo, cuando comparten una misma habitación se puede divisar la frontera imaginaria que hay entre los dos. Países que ya no despiertan la curiosidad del otro. Un gobierno corrompido ante la agonía. Pero eso sólo lo vemos los turistas. Los dos habitantes de la villa nada más observan su soledad en el horizonte. Y la costumbre, pesada como una losa. Y la pereza de volver a empezar tras la catarsis.

Hace muchos días que dejaron de respetarse. Hace semanas que sacan lo peor de cada uno. Hace meses que viven para la provocación, por la sospecha y según la suspicacia. Hace tan sólo un instante, Juan ha cambiado de canal para no escuchar a Laura. Y o ella es muy lista o se hace la tonta.

… A, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre, mediante, para, por, según, sin, sobre, tras

Laura acaba de llegar de viaje. Juan está en el sofá bebiendo un whisky. Sólo. Con hielo. Ella deja sus maletas durante siete segundos. El tiempo suficiente para darle un beso y continuar arrastrando el equipaje vía a la habitación.

Juan cierra los ojos. Sabe que esta es la tregua momentánea mientras deshace los bultos. Después todo volverá a su ser. Ella comenzará a hablar y él deseará que se vuelva a ir de viaje.

Y antes de que lo piense, Laura comienza a parlamentar. Sin sentido, volcando una verborrea que Juan ya no quiere aguantar. Que no soporta, y que no sabe cómo encarar.

Así se suceden los días. Uno por otro, la casa sin barrer.

Apenas han pasado la treintena y parece que tienen recuerdos de la guerra civil. Sus discusiones ya no persiguen un claro fin, porque el fin es la meta y siempre se quedan rozando la cinta, sin romperla. Como pensando No sea que gane y la líe ...

Esta noche parece una de tantas en los últimos meses. Pero esta noche todo avanza irremediablemente hacia su destino.

Pocos minutos después, mediante un inocente comentario, él descubrirá que su mujer le es infiel, que sólo le interesa cumplir la cláusula número 7 del contrato prematrimonial y hasta cabe pensar que la muy so ... quiera quedarse con todo. Pero para eso tendrá que pasar sobre su cadáver.

Ya saben, un mundo de preposiciones que cierra un ciclo. Yo que soy un interrogante perpetuo, hasta aquí puedo contar porque la única ley ortográfica que recuerdo es ... que al final de un renglón las dos vocales fuertes deben quedar siempre juntas.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Pinzamiento - LO MALO DE UNA MUJER CON EL CORAZÓN ROTO ES QUE EMPIEZA A REPARTIR LOS PEDAZOS ...


Me llamo Verónica.

Soy la mitad de otra. Esta segunda a su vez, es otra mitad de otra. Y así hasta 100 mujeres atrapadas en el mismo cuerpo. Cada cacho unido a los colindantes, encajados como piezas de puzzle, como estados satélites. Sin geometrías perfectas, desiguales, engarzados por azar. Como una manta de patchwok, tejida con retales de lo que queda y de lo que viene. De lo que una encuentra en contenedores ajenos y en la propia basura. De lo que se dejaron en casa y de lo que perdí en la calle.

No crean que es fácil vivir todas juntas. Debemos permanecer muy unidas para no resquebrajar las fibras que nos unen. Algunas no se soportan entre sí, y aunque procuren no coincidir en sus caminos, a veces es inevitable compartir terminación nerviosa en un perdido centímetro de la piel.

Hay que hilar fino entre una punzada y otra para no pinchar susceptibilidades. Para intuir quién de ellas es la problemática, quién la líder, y quién la débil.

Ponernos de acuerdo es algo milagroso. Si por ejemplo, nos preguntasen por la canción que nos define, habría un debate equiparable a las reuniones de alto estado.

La insurrección se alzaría

Los corazones se tenderían al sol

Peor para el sol, pensaría María

Ojalá me llevara la muerte, diría yo

A quién le importa cantaría un grupo

No me importa nada diría la razón

Déjale hacer contestaría otro

Y las lágrimas negras serían de ron

Por este concierto de mujeres soy amante de los contrastes, devota de los detalles, creyente en la diferencia.

Por esta conjunción de locuras mi mente es ágil, mis manifestaciones extremas y mis placeres compartidos.

Por este exceso de equipaje odio la indiferencia, la mentira evidente y no tener el alma viajera.

Por cada una, yo soy mil, y por cada cien, enésima ...

Con el tiempo, aprendes a hacer números y a diferenciarlas. Con más tiempo a quererlas (desde la serena hasta la descarada). Con muuucho tiempo empiezas a intuir lo que cada una anhela.

No hagan el intento. Si comprender a una mujer es casi imposible, a cien es un suicidio anunciado.

... Hace días me pregunto si ... ¿dos mitades hacen un entero?.

Porque de ser así, tendría que plantearme una reducción de plantilla y elegir a 50 para representar a la centena que somos.

Sería una crueldad ... como una guerra civil entre hermanos ... como quitarle la comida al pequeño por la ley del primogénito... como la distribución de los invitados a una boda...

Pero la idea de cincuenta gramos de unas, y misma ración de otros, tiene una clara ventaja. Sería más fácil encontrar a 50 que encajaran con nosotras, que al doble exacto. Aunque ... quedaríamos la mitad, y ya no estaríamos completas ...

Otra posibilidad sería aceptar la superioridad numérica, y asumir que siempre seremos mayoría absoluta, pero es desolador resignarse a jugar con un contrario que tiene la mitad del equipo de baja. Nosotras tenemos la moral alta y queremos un rival a la altura (esto último me lo ha dicho la revolucionaria).

Claro que puestos a buscar la igualdad, y llevando a un extremo esta teoría de dígitos, podría plantearme ...

... ¿Y si encontrara otro como yo?. Con cien cañones por banda como Espronceda. Con ciento volando. Con cien tornillos para dar vueltas sobre mis tuercas. Sin complejos de inferioridad, sin miedo a dar la talla, sin sentido que aportarnos.

Tal vez, nos perderíamos en la evidencia colectiva frente a los detalles individuales, clasificaríamos nuestra relación por orden alfabético, y confundiríamos las identidades de los que participan en esa orgía de personalidades.

Volvamos a los extremos.

... ¿Y si encontrara a un entero? ... ¿qué haría una centena como yo con un chico tan solitario como él?. Posiblemente me aburriría con su exclusividad, me sorprendería la rutina disfrazada de pareja, y desearía quedarme a solas ... con mis 100.

Así que paso los días faenando por 99 sueldos menos, durmiendo 8 horas para el centenar de okupas que tengo en la cabeza, alimentando a la mitad que creo ser ...

... y desnutriendo a esas insensatas que un día me votaron como portavoz ...

Soy Rebeca. Verónica ha tenido que irse.